lunes, 1 de agosto de 2022

OCUPACIONES DE LOCALES COMERCIALES

Ocupaciones conflictivas (riesgo eléctrico, ruido, suciedad, aspecto exterior, incluso amenazas al vecindario) proliferan en locales comerciales sin que las herramientas jurídicas vigentes den respuesta a la gravedad de la situación. El primer problema es la falta de una política de vivienda que evite situaciones como estas. El segundo problema es una ley insuficiente que diferencia entre propiedades, la ley 5/2018, que sólo contempla la recuperación de inmuebles ocupados de personas físicas y ONG, pero no de empresas o de entidades jurídicas como la AGENCIA DE VIVIENDA SOCIAL (antiguo IVIMA), que copan el 75 % de las ocupaciones en España. El tercer problema de fondo se encuentra en la responsabilidad de la propiedad, en su mayoría la Agencia de Vivienda Social, que tiene un proyecto de Locales para emprendedores, pero con precios en algunos casos desproporcionados. Es el caso de Juan, un vecino que quiso alquilar un local de 33 m2 en la calle Ruidera y la Agencia pidió 750 € mensuales, cantidad inasumible para él. La consecuencia es que el local continúa vacío. 




Las primeras usurpaciones se produjeron en 2015 en tres locales contiguos situados en los bloques situados en los bloques de Ruidera, 22 y Mestanza, 13. Inmediatamente los locales, propiedad de la Agencia de Vivienda Social, se ‘alquilaron’. Detrás vinieron las obras ilegales (que pueden haber afectado a la estructura de los bloques), la suciedad, colocación de enseres en la vía pública (en el cierre de esta redacción se pueden ver sacos de obra en la acera), el ruido durante la noche que impide conciliar el sueño a vecinos colindantes en muchas ocasiones. Los vecinos tampoco aparcan frente a los locales por el miedo a los desperfectos. La situación se ha comunicado en varias ocasiones a la Agencia de Vivienda Social, pero hasta hoy, más de siete años después, no cambia. Según nuestros datos, varias son las ocupaciones que crean problemas de convivencia en Ronda del Sur, también en la calle Bohonal y Ruidera. El modus operandi suele ser el mismo. Comienzan con el ‘ojeo’ para comprobar las condiciones del local y si está en uso, revisan la seguridad del acceso principal y aprovechan sus deficiencias para entrar. Suelen contratar a alguien que abre la cerradura con la técnica del bumping. Una vez dentro, el siguiente paso es acceder a los servicios básicos, agua y luz. Más adelante acondicionan el local, incluso realizan obras. Pueden ocupar directamente el local o ‘alquilarlo’. Algunos vecinos llaman a la policía en algunos momentos del proceso de ocupación. 

Hace unos días en Ruidera apareció un cartel (ver foto) con el siguiente texto:

 ¡¡¡ATENCIÓN!!! VECINOS, TENEMOS UN CHIVATO QUE LLAMA A TRAICION Y A DESHORA PARA QUE NOS MULTEN. SABEMOS QUIEN ES ¡¡¡CUIDADO!!! 




 ¿QUÉ PUEDE HACER LA COMUNIDAD? 

  Antes de la ocupación, cerciorase de que el local tiene cuantas más medidas de seguridad, mejor. Si el local pertenece a la Agencia de Vivienda Social, esta ha contratado a la empresa de seguridad ARIETE SEGURIDAD (916431214), se puede hablar con ellos para solicitar que instalen más medidas de seguridad como candados, soldadura del cierre, etc. Estas medidas son fundamentales.

Llamar a policía nacional (091) si presenciamos un intento de acceso al local, indicando que se está produciendo un robo. Nunca exponerse durante estas llamadas. 

Si ya han ocupado el local, comunicar a la Agencia de Vivienda Social por escrito la situación 

Llamar a policía nacional (091) si intentan acceder al cuarto de contadores o a cualquier zona común.  Hay que denunciar en comisaría el ‘enganche’ y ante la compañía, la manipulación irregular de las instalaciones eléctricas constituye un delito recogido en el Código Penal (artículo 255) que pone en grave riesgo la integridad física de las personas (de quien la realiza, así como de quien convive con ella y de sus vecinos) y los bienes.

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